Nicolas Kohen

45_originalLa llegada de Nico un 17 de Noviembre de 1989 marcó nuestro debut como padres. Vinieron años felices en cuyo transcurso, crecía un chico activo, ocurrente, sensible y querendón. Lo caracterizaban sus planteos lógicos, cuando tenía alguna idea novedosa. Descubrió en la música, y en el teatro más tarde, modos atractivos de expresión. El fútbol lo apasionaba. Sumó amigos desde chiquito hasta el último instante. Julián lo describe:”Nico era sinónimo de la risa y buena onda. Era imposible no pasarla bien si él estaba. Siempre estaba dispuesto a ayudar. Era divertido ir con él a la cancha. Era un capo con la música. Nico es de esas personas que no se olvidan”. Johana (Joi para él) resalta:”su manera de querer, sus proyectos y sus ganas de vivir, despertaban admiración y respeto”. Lucas dice: “Nico, alegría constante”. Delfina cuenta:”lo recuerdo festejando en los recitales; nos contagiaba con su entusiasmo” Gabo, que jugaba con él al fútbol, relata que lo hacía con un fervor imparable. “Pero en realidad en lo que se destacaba era en el “chamuyo” con las chicas”. Hace unos días, Lucas recordó que él, Tomás, Benjamín y Nico, antes de subir al micro que los iba a traer de regreso, se abrazaron y lloraron emocionados por lo que acababan de vivir en el chaco. Ese fue su último abrazo. Nico vivió con intensidad haciendo las cosas que le gustaban. Fue un adolescente feliz.