PRINCIPIOS DE MADRID
1. La seguridad vial debe constituir una Política de Estado, inclusiva de sus tres 
poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, formulada con la participación y el 
consenso de las fuerzas políticas de cada país. 
2. El Encuentro puso de manifiesto la voluntad de todos los actores participantes 
para avanzar en la construcción de un Espacio Común Iberoamericano y del 
Caribe de Seguridad Vial. 
3. Los países son responsables de promover sus capacidades en materia de 
seguridad vial lo cual implica contar con: 
– Un organismo estatal responsable 
– Un sistema fiable y objetivo de recogida y tratamiento de datos 
– Una estrategia y un plan de acción 
– Recursos adecuados 
– Intervenciones multisectoriales y focalizadas que se refieran a infraestructuras 
seguras y al uso de cascos y cinturones de seguridad, y prevengan la conducción 
bajo los efectos del alcohol y las drogas, así como el exceso de velocidad 
– Reforzamiento de las capacidades nacionales y de la cooperación internacional 
En el Encuentro se presentaron algunos ejemplos de historias de éxito en varios 
de los ámbitos señalados. 
4. Se anima a los países a que aborden la seguridad vial con base en la idea de 
“sistemas seguros”, que involucran tanto al usuario como a la carretera y al 
vehículo, con el propósito de minimizar los daños, con independencia de la 
eventual comisión de errores humanos 
– Parte principal de este método es la evaluación sistemática y mejora de la 
capacidad viaria. 
– La seguridad vial debe ser un factor primordial en el planeamiento, el diseño, 
la construcción y el mantenimiento de las carreteras. 
5. El período 2010-2020 debería ser declarado Década Mundial de la Seguridad 
Vial. Las actividades que en ella se desarrollen deberían conducir a una 
reducción sustancial de las tasas de mortalidad previstas. Se anima a los países a 
poner en marcha esas acciones para alcanzar las metas de reducción del 50 % del 
incremento esperado en víctimas fatales por siniestros viales en 2020. 
Adicionalmente, sería oportuno que los países establecieran metas alcanzables a 
medio plazo, tal como ha propuesto Naciones Unidas. 
6. Las organizaciones multilaterales globales y regionales deberían reconocer que 
la seguridad vial constituye un aspecto crítico del desarrollo de la Región, por lo 
cual debe ser incorporada a sus agendas regionales con carácter prioritario. A 
esos efectos, es necesario asegurar que la Facilidad Global para la Seguridad 
Vial cuente con los recursos necesarios. 
7. A los efectos de disponer de recursos adecuados para la seguridad vial, es de 
relevancia el llamamiento formulado por la Comisión de la Seguridad Vial 
Global de invertir un mínimo del 10% de todos los costes de infraestructuras de 
transporte, en seguridad vial. 
8. La seguridad vial es una materia multisectorial que debe ser tratada por los 
Gobiernos, y las Administraciones locales, regionales y federales, con la 
participación de la sociedad civil y el sector privado. 
9. Los sistemas de autoridad eficaces constituyen un elemento fundamental de las 
políticas de seguridad vial. La percepción de las sanciones como lógicas y 
razonables, la igualdad de todos ante la ley, así como el evitar la sensación de 
impunidad y de falta de transparencia del sistema, son factores de vital 
importancia para su aceptación por parte de los ciudadanos. 
10. Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la concienciación 
y generación de voluntad política para una mayor seguridad vial. Reconociendo 
sus capacidades, les animamos a desempeñar un papel más activo y eficaz para 
informar responsablemente sobre esta epidemia a los ciudadanos y los poderes 
públicos. 
11. Las víctimas son una parte esencial de la seguridad vial. Apoyamos la iniciativa 
de promover la creación de una federación iberoamericana y del Caribe de las 
asociaciones de víctimas de los siniestros de tránsito y celebrar un encuentro a 
tal efecto en el curso de este año. 
12. Considerando que los siniestros viales son una importante y urgente amenaza en 
los países de la región, animamos a los gobiernos, a las Organizaciones 
internacionales, a la sociedad civil y al sector privado a que apoyen y participen 
activamente en el desarrollo de formas de colaboración que faciliten el trabajo 
conjunto de la Asociación Iberoamericana de Seguridad Vial y la Comisión 
Transitoria de Seguridad Vial para América Latina y el Caribe, y fortalezcan las 
capacidades nacionales y regionales para disminuir la siniestralidad y las 
víctimas. Esto representa un paso importante para nuestra región, por lo que 
instamos a la plena participación de todos los actores aludidos. 
13. Se anima a los países de la Región a participar activamente en la Reunión 
Ministerial Global de Moscú organizada por las Naciones Unidas, y a 
implementar las recomendaciones que surjan de la misma. Al efecto, se insta a 
los países iberoamericanos y caribeños a coordinar posiciones. 
14. Es necesario procurar que la actual crisis financiera y económica internacional 
no impacte negativamente en los recursos destinados a la seguridad vial. 
15. Los participantes manifiestan a la Secretaría General Iberoamericana y al 
Comité Organizador su reconocimiento por la excelente preparación y desarrollo 
de este encuentro, y proponen la celebración de una segunda edición en 2011, 
con el objetivo de seguir protegiendo vidas. 

