¿Cuánto cuesta la Negligencia al volante?

Seguramente todos han oído alguna vez acerca de que manejar en estado de ebriedad, usando el celular, a alta velocidad, o estando extremadamente cansados está prohibido y/o no es recomendable. Sin embargo, muchas personas realizan estas actividades de igual manera, haciendo oídos sordos a las advertencias y a las potenciales consecuencias. Puede que algunos no sean conscientes, o que se sientan impunes o demasiado hábiles para que algún “accidente” se interponga en su camino. ¿Realmente se tiene idea del daño que pueden causar estas acciones?

La falta de controles, por otro lado, facilitan que se produzca el incumplimiento de las normas. También llamado anomia, se relaciona con la falta de capacidad del Estado para llegar a su población y convencerlos u obligarlos a actuar conjuntamente en pos del bienestar social. Esto debería contrarrestarse con campañas publicitarias constantes, educación vial en las escuelas, controles frecuentes de alcoholemia, y severidad y rigidez en relación a las multas. Sin embargo, los organismos públicos no han tratado el tema con la relevancia que se merece.

Como saben, cada año, aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo entran a salas de emergencia por lesiones de tránsito, pero ¿sabían que los siniestros de tránsito cobran la vida de más de 100.000 latinoamericanos? La inseguridad vial nos afecta a todos. Sus consecuencias son inmediatas y se reflejan en el sufrimiento que provocan, pero además generan un gran costo social y económico.

 

Las muertes por Siniestros viales es uno de los principales flagelos de la Argentina. Todos los años, desde 1990, fallecen entre 7000 y 8700 personas en nuestro país. Las estadísticas muestran que durante este período, la reducción de las víctimas fatales fue nula. El año pasado, por ejemplo, fueron 7200. El ranking de muertes por siniestros viales lo lidera por lejos la provincia de Buenos Aires, con la triste cifra de 2211muertes, y luego figura Córdoba, con 415.

Otros países sí han podido mejorar las estadísticas, considerando el mismo período. España se destaca, por haber logrado bajar sus muertes en choques en un 81%. Suecia, por su parte, en un 67%, en gran parte debido a su implementación de sistema de rutas “2+1”. Este es un gran ejemplo de política pública efectiva y económica, de esas que la Argentina podría tomar como posible modelo a seguir. Consiste, a grandes rasgos, de una ruta con tres carriles, de los cuales hay uno que va en una dirección, y dos que van en la contraria. Éste posibilita una vía de sobrepaso, que cambia de trayectoria cada 2,5 kilómetros. Además, todo esto está delimitado por barandas de cables de acero. Su objetivo principal era eliminar el choque frontal y el exceso de velocidad, y superó las expectativas ampliamente.

No obstante, el único camino no debe ser esperar pacientemente hasta que el Estado actúe por propia voluntad. La buena noticia es que estamos en democracia, y podemos apelar al poder ciudadano. En una sociedad compleja y numerosa en la que vivimos, es posible actuar activamente para producir cambios en favor del bienestar de todos. Informarse, hacer lo correcto y predicar con ello, puede lograr grandes avances dentro de una esfera social.

Organizaciones no gubernamentales como Luchemos por la vida y Conduciendo a Conciencia realizan una gran labor difundiendo la educación vial y funcionando como institución de control y presión para estos temas siempre estén en la agenda de los representantes del pueblo.

El celular al volante

El cerebro humano tiene la capacidad de proyectarse a un futuro cercano en el tiempo, y muchas veces permite predecirlo. Un peatón que cruza en rojo, puede calcular, percibiendo la velocidad de los autos que pasan, si tiene tiempo para llegar al otro lado a salvo o no. Muchas veces abusamos de esta capacidad, sobre todo cuando no se tienen en cuenta los imprevistos. Por ejemplo, si un conductor decide bajar la mirada por un minuto para leer un mensaje del celular, primero observa que no haya peligro alguno, y luego afirma una de sus manos al volante. En ese período corto de tiempo, puede pasar que el semáforo más cercano cambie rápidamente de verde a rojo, y él no lo note. La posibilidad de reacción es casi nula. La gravedad del choque, imprevisible. ¿Es posible llamar a esto un accidente?

Un caso extremo y de gran repercusión, fue el ocurrido con dos chicas de República Checa. Una de ellas falleció al chocar mientras transmitían su viaje en auto por Facebook live stream. Al parecer, estaban más atentas a las redes sociales que a su propia seguridad. Nikol Barasova, de 22 años, seguramente no tenía idea de los potenciales efectos de sus acciones, y lamentablemente, la vida no siempre brinda segundas oportunidades.

Entonces no hay dudas de que el celular es un gran factor de distracción al volante, y de que contribuye a la generación de choques. Desde la Subsecretaría de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, afirman que un 50% de las distracciones al volante se producen por el uso del teléfono. Por ese motivo, la ley nacional 24.449 prohíbe expresamente “conducir utilizando auriculares y sistemas de comunicación de operación manual continua.” Sin embargo, es difícil para el gobierno controlar que cada uno actúe como debe por temor a una multa. Es crucial que el conductor entienda que al manejar, debe cuidarse a sí mismo y a terceros. Debe hacerlo con convicción.

La dependencia tecnológica se ha incrementado en los últimos años, y también pone en peligro a los peatones. La Dirección Nacional de Observatorio Vial realizó un estudio en el que ubica a los teléfonos en el segundo lugar del ranking de distracción de los peatones (21,1%). Cada vez es mayor el número de gente  que cruza la calle con la cabeza gacha, observando su celular. Autoridades de varios países decidieron actuar contra este flagelo, e instalaron semáforos para peatones. Esta medida de prevención es básicamente un sistema de luces ubicados en el piso de la vereda. En Argentina, se pueden encontrar en la ciudad de Rosario.

Los nuevos dispositivos han llegado para quedarse, y también han sido una gran solución para la vida del mundo actual. No obstante, han creado nuevos desafíos para la sociedad, que deberá ponerse a la altura de las circunstancias. La clave está en aprender a convivir con ellos, y en ser responsables y conscientes acerca de las consecuencias que pueden traer sus usos indebidos. Entonces ahí es donde adquiere real importancia la pregunta : ¿Cuánto cuesta la Negligencia al volante?

 

Augusto Macias

Conduciendo a Conciencia