Se publica la noticia: “Dos autos chocan en la ruta y mueren tres personas jóvenes”. El artículo es uno de los tantos publicados cotidianamente sobre el creciente número de siniestros de tránsito, y que se pierden en el mar de información en el que la población se sumerge a diario.
Encabezados de noticias sin perspectiva humana, un poco de “amarillo morboso” para llamar la atención y nada más. Y seguimos sin poner el foco en lo importante; ¿alguno de los vehículos sobrepasaba el límite de velocidad? ¿La señalización y el estado de la ruta es buena? ¿Los vehículos involucrados son seguros? ¿Los conductores habían bebido alcohol? ¿Se sabe si las víctimas llevaban cinturón de seguridad?
Muchas veces, éstas y otras cuestiones no son indagadas ni respondidas por los profesionales de los medios de comunicación, a diferencia de otro tipo de siniestros,
como los que protagonizan los aviones, donde generalmente las coberturas incluyen una seguidilla de notas sobre las causas del hecho y las condiciones de seguridad del viaje. ¿Por qué naturalizamos las muertes en el tránsito y nos asusta tanto un siniestro aéreo? Estos son algunos de los aspectos que fueron abordados durante el taller sobre seguridad vial para periodistas de Sudamérica, desarrollado en junio del año pasado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Buenos Aires, con el fin de aumentar el interés y comprensión de la seguridad vial, aportar nuevos enfoques e incentivar el periodismo centrado en soluciones que contribuyan a salvar vidas.
Más de 20 periodistas de medios de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela analizaron a través de diversos ejercicios y debates diferentes vías para mejorar la forma de contar historias sobre los siniestros de tránsito, que constituyen la principal causa de muerte en personas de 15 a 29 años en el mundo, en particular, hombres. Los participantes exploraron cómo incorporar en los artículos los factores que inciden para que los siniestros ocurran, en vez de sólo limitarse al relato del hecho en sí.
Actualmente, casi la mitad de todas las muertes causadas por el tránsito en la región, se encuentran entre los usuarios que circulan con mínima protección: motociclistas (quienes representan el 20% de muertes en el tránsito), peatones (22%) y ciclistas (3%), según un informe de la OPS. Más de 154 mil personas mueren en las vías de tránsito de la región cada año, según datos de 2013.
Las leyes de seguridad vial mejoran el comportamiento de los usuarios de las vías de tránsito y reducen los siniestros, las lesiones y las defunciones, explicó la asesora en Seguridad Vial de la OPS, Eugenia Rodrigues, durante el taller. En general, los países de la región no han hecho lo suficiente para ejecutar estas medidas, que incluyen: límites máximos de velocidad en vías urbanas inferiores o iguales a 50 kilómetros por hora, uso del cinturón de seguridad por todos los pasajeros del vehículo, límites de concentración de alcohol en sangre (CAS) en 0,05 g/dl, uso del casco por todos los ocupantes de motocicleta, y uso de sistemas de retención infantil.
“El taller ha sido una experiencia valiosa que nos permite acercar a los lectores de nuestros países elementos para escribir sobre esta problemática que se cobra miles de vidas cada año y buscar soluciones a futuro”, subrayó una de las periodistas participantes al finalizar el encuentro, durante el cual los asistentes intercambiaron experiencias de coberturas sobre este tema y debatieron acerca de cómo producir notas que contengan soluciones y recomendaciones para la población, mediante ejercicios conducidos por la asesora técnica en Comunicación en Seguridad Vial de la OMS, Elena Altieri.
Las presentaciones también giraron en torno a las condiciones de la infraestructura y los vehículos, y su influencia en los siniestros de tránsito -brindadas por la asesora estratégica de Seguridad Vial del BID, Marisela Ponce de León Valdés, y por el secretario general de Latin NCAP, Alejandro Furas, respectivamente-, como otro de los aspectos determinantes de la seguridad vial. A su vez, Gador Manzano, especialista en comunicación en temas de salud del BID, expuso sobre el uso de datos y fuentes confiables.
El taller incluyó además una visita guiada coordinada por la Secretaría de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires para recorrer distintas iniciativas e intervenciones de seguridad vial y movilidad sustentable en el centro porteño.
La Organización Mundial de la Salud ha publicado en su sitio web una guía de seguridad vial para periodistas que contiene recomendaciones, historias reales de cronistas, y sobre todo un cambio de paradigma en la forma de observar y reportar los hechos de tránsito, con el objetivo de educar para salvar vidas.
Si se puede evitar, no es un accidente.
Lic. Héctor H. D’Agostino
Conduciendo a Conciencia