Hace 18 años, nuestras vidas cambiaron irreparablemente debido a la ausencia del Estado en un tema crucial: la seguridad vial. Desde entonces, hemos trabajado incansablemente para que esta
problemática se convierta en una prioridad nacional y transversal. Sin embargo, recientes medidas y propuestas nos generan preocupación, ya que no parecen responder a un enfoque integral ni coordinado.
Reclamamos desde el primer día que la seguridad vial sea Política de Estado:
Poder Legislativo: Para sancionar leyes claras, firmes y coherentes que regulen el transporte, las
licencias de conducir, y el uso de tecnologías de control como las fotomultas.
Poder Ejecutivo: Para implementar y hacer cumplir esas leyes de manera eficiente, garantizando una
fiscalización justa y efectiva.
Poder Judicial: Para aplicar sanciones adecuadas y garantizar que se cumpla la ley, actuando como
garante de justicia ante la negligencia y las infracciones.
Entre las medidas que generan preocupación se encuentran:
• Regulación del Transporte de Pasajeros: La falta de estándares adecuados y controles rigurosos pone en riesgo la vida de los ciudadanos. Es fundamental priorizar el mantenimiento, las condiciones
laborales de los conductores y el estado de los vehículos y que el estado sea garante de esto
y no los particulares
• Verificación Técnica Vehicular (VTV): Es preocupante la falta de fiscalización y de acceso equitativo a este servicio esencial. Debe asegurarse que todos los vehículos cumplan con las normas técnicas sin excepciones ni corrupción.
• Registro de Conducir: El sistema de otorgamiento debe ser riguroso, exigiendo una formación
adecuada y evaluaciones periódicas. Otorgar licencias sin controles estrictos compromete la seguridad
de todos.
• Fotomultas: Si bien son una herramienta útil, su implementación debe enfocarse en la prevención y no solo en la recaudación. Es necesario que las zonas de control estén claramente señalizadas y que el dinero recaudado se reinvierta en infraestructura y educación vial.
La seguridad vial debe ser una política de Estado coherente y efectiva, que trascienda ideologías y ciclos políticos. Sin embargo, vemos con preocupación que muchas de las medidas actuales carecen de
responsabilidad y sentido común, poniendo en riesgo la vida de todos los argentinos. La libertad siempre va de la mano de la responsabilidad
Seguiremos trabajando por este objetivo, convencidos de que la única forma de evitar más tragedias. Ese nuestro compromiso.
Instamos a las autoridades a revisar estas decisiones, conscientes de que las políticas inadecuadas solo traerán más vidas perdidas. La seguridad en Argentina debe ser una prioridad absoluta.