Daniela D’Agostino

40_originalEl 16/11/06 cumpliría 16 años. Es muy difícil hablar de un hijo cuando ya no podemos escucharlo, abrazarlo y besarlo. Cuando conociendo sus planes para el futuro, de pronto tenemos que comprender que ya no se harán realidad. Con pocas palabras, su mirada y su sonrisa Daniela transformaba su entorno. Tal vez, hoy la mejor manera de recordarla sea transcribiendo lo que ella misma escribió el 12/09/06, antes de viajar al Chaco: “Tengo la oportunidad de mi vida, viajar a un lugar desconocido. No está tan lejos, pero la realidad allá es muy diferente a la nuestra. Estoy contenta de poder vivirlo, ir a descubrirlo, intercambiar vidas por un par de días. Me siento útil y capaz al saber que puedo ayudar y conocer, aprender y enseñar. Es un sentimiento hermoso el de poder colaborar, contribuir a la felicidad de otros. Está bueno, no siempre se tiene la chance……”mpliría 16 años. Es muy difícil hablar de un hijo cuando ya no podemos escucharlo, abrazarlo y besarlo. Cuando conociendo sus planes para el futuro, de pronto tenemos que comprender que ya no se harán realidad. Con pocas palabras, su mirada y su sonrisa Daniela transformaba su entorno. Tal vez, hoy la mejor manera de recordarla sea transcribiendo lo que ella misma escribió el 12/09/06, antes de viajar al Chaco: “Tengo la oportunidad de mi vida, viajar a un lugar desconocido. No está tan lejos, pero la realidad allá es muy diferente a la nuestra. Estoy contenta de poder vivirlo, ir a descubrirlo, intercambiar vidas por un par de días. Me siento útil y capaz al saber que puedo ayudar y conocer, aprender y enseñar. Es un sentimiento hermoso el de poder colaborar, contribuir a la felicidad de otros. Está bueno, no siempre se tiene la chance……”